martes, 23 de febrero de 2010

una motivación de Irene

Estando en la cafetería de la u con Irene, me dió nostalgia de no haber vuelto a poner nada en el blog y lo miré, y miré algunos otros, entonces encontré una entrada en Causas i Atzarts y me acordé que existe Eduardo Galeano, entonces, lo busque y encontré este escrito que forma parte de una trilogía que tiene que se llama "Memoria del fuego" y lo añoré tanto... y bueno, aquí les comparto este retalito, que lo disfruten y gracias Irene por hacerme acordar de este hombre que me gusta tanto.

La creación

La mujer y el hombre soñaban que Dios los estaba soñando.

Dios los soñaba mientras cantaba y agitaba sus maracas, envuelto en humo de tabaco, y se sentía feliz y también estremecido por la duda y el misterio.

Los indios makiritare saben que si Dios sueña con comida, fructifica y da de comer. Si Dios sueña con la vida, nace y da nacimiento.

La mujer y el hombre soñaban que en el sueño de Dios aparecía un gran huevo brillante. Dentro del huevo, ellos cantaban y bailaban y armaban mucho alboroto, porque estaban locos de ganas de nacer. Soñaban que en el sueño de Dios la alegría era más fuerte que la duda y el misterio; y Dios, soñando, los creaba, y cantando decía:

—Rompo este huevo y nace la mujer y nace el hombre. Y juntos vivirán y morirán. Pero nacerán nuevamente. Nacerán y volverán a morir y otra vez nacerán. Y nunca más dejarán de nacer, porque la muerte es mentira.
Eduardo Galeano, Los nacimientos, Memoria del Fuego. 1.986

2 comentarios:

  1. Un sueño, sin ser sueño, precioso.

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  2. Gràcies, Carmen. Me gustó compartir el ratito de poleo menta con vos!

    Dice Galeano...

    "Me pregunto: ¿Tendrá todavía destino la literatura, en este mundo donde todos los niños de cinco años son ingenieros electrónicos? Y quisiera responderme: Quizá el modo de vida de nuestro tiempo no resulte demasiado bueno para la gente, ni para la naturaleza; pero es sin duda muy bueno para la industria farmacéutica. ¿Por qué no podría ser también muy bueno para la industria literaria? Todo depende del producto que se ofrezca, que ha de ser tranquilizante como el valium y brilloso y light como un show de la tele: que ayude a no pensar con riesgo ni a sentir con locura, que evite los sueños peligrosos y que sobre todo evite la tentación de vivirlos. Pero ocurre que ésa es exactamente la literatura que no soy capaz de escribir ni de leer".

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