domingo, 1 de noviembre de 2009

Entre una arepa y la meditación!

El martes 27 me quedé con una frase o conclusión que quedó por ahí, en el aire, "el arte depende más del espectador", y pienso, lo tenemos fácil los plásticos, porque de todas maneras somos seres sensibles y podremos estar tranquilos de que, ante mi colección de mocos pegados en el rincón de la cama puedo hallar alguien que se conmueva y le dé valor a mi "obra plástica" y así con cada paso que doy y con cada gesto que haga; como Picasso que ahora resulta que nació artista, pues sus pinceladas de tres años se venden por una buena pasta, o sea , no es que haya estudiado, pensado y analizado las cosas que hizo durante toda su vida, no, fue un bien que le dio el creador y todo lo demás vino por añadidura, resulta que toda la transformación y aporte que hizo al arte a través del cubismo no la hizo gracias a su madurez cultural e intelectual si no por el bien divino con el que había nacido.

Otra cosita por ahí: "todo arte deviene de un aprendizaje", para ser músicos las personas se tienen que pasar casi desde la cuna ejercitando un instrumento, si quieres ser cantante igual, si tu profesión es actor pues como no tengas cientos de miles de horas sobre el tablado es posible que no llegues nunca a un escenario, si eres del mundo audiovisual también haz de currártelo a tope y más ahora con las nuevas tecnologías y los nuevos planteamientos del cine contemporáneo; en cambio para ser "plástico" casi que lo único que necesitas es "sensiblidad" porque claro puedes ir a una academia, pero cuántos "artistas " no acabaron sus estudios?, además si lo importante es ser "sensible" con cualquier chorrada que haga y con tal de que convezca y de repente conozca a unos cuantos del mundo del arte ya puedo llegar al podium, lo importante es hacer algo "raro", no importa qué, algo que nadie haya hecho y que parezca sensible y de repente puedo pasarme de tripis y "sacar" todo mi subconsciente y escupir unos cuantos chorrinones de pintura, que en el arte "todo vale".

Creo que esto es lo que realmente nos ha hecho daño en la historia del arte, ese pensarnos seres de otro planeta, seres dotados con capacidades sobrenaturales, de hecho, cuando yo entré a la escuela rondaba una creencia de que las personas que lograban ser artistas, eran seres que ya estaban en la escala superior, de esas que habla la reencarnación, y a mí me convencieron un buen tiempo, no fue si no hasta que tomé "remedio" con una comunidad indígena que vine a ver el mundo de otra manera y vine a darme cuenta del papel que debía desempeñar y de repente cuál podía ser mi función en mi pequeño mundo que era mi ciudad, pues yo soy un ser de aquí, fruto de este aquí y como tal comprometido y responsable con este aquí que es mi sociedad, que me influye y me determina y que puedo y debo ayudar a determinar.
Aquí es que entiendo a los papás y a la sociedad en general que no le den la importancia que la enseñanza de las Artes se merecen en este mundo moderno, la transcendencia fundamental para la sociedad el desarrollo y cultivo de la Sensiblidad y la Creactividad, si los "artistas" de hoy estuvieran realmente comprometidos e implicados en su sociedad e hicieran su aporte sensible e inteligente a su entorno, creo que al arte tendría un papel reconocidamente fundamental en la educación y en todos los ámbitos de nuestra vida.

P.D: arepa: comida típica colombiana hecha a base de maíz. (equiparable al pan en España).

3 comentarios:

  1. Carmen!
    Vaig contestar la teva reflexió perquè hi estava d'acord però no s'ha publicat, suposo que alguna cosa vaig fer malament...

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  2. Quizás nos olvidamos de algo importante: la sensibilidad también se aprende, se potencia, se madura, se transforma. Creo que todavía no le hemos dado el valor que merece al sentido de la palabra SENSIBILIDAD.

    No hagamos demagogia con ella... La sensibilidad y el intelecto no están divorciados, al contrario. Yo creo que una es consecuencia del otro. Y decir, sin más, que sin sensibilidad, por muchas horas que te pases preparando y tocando la guitarra, sólo la tocarás pero no emocionarás, ni te emocionarás.

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  3. No confundamos sensibilidad con una pájara mental.

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